MARINA


INTRODUCCIÓN

Por desgracia la armada imperial romana ha sido objeto de muchas menos investigaciones que las legiones, y son muy pocos los testimonios que han sobrevivido para ofrecernos una visión verdadera y exacta de sus barcos, tácticas y estrategia.

Básicamente, las flotas se encargaban de vigilar las rutas marítimas y de proporcionar fuerzas militares adecuadas que pudieran desembarcar allí donde hubiera una necesidad urgente de presencia armada.

La misión histórica de la armada imperial fue un éxito absoluto durante casi tres siglos. Tal como señala Chester Starr en su libro "The Imperial Roman Navy", su tarea "no era librar batallas, sino hacer que éstas resultaran imposibles".


TIPO DE NAVIOS

Birreme Romano (dos remos):                                                                          
El birreme era impulsada por dos órdenes de remos y con un mástil en el centro de su eslora.  La característica más notable de estos navíos, eran rápidos y maniobrables, de escaso calado, fue su estrecha pasarela de combate y su poderoso espolón en forma de cuerno.                
La pasarela de combate albergaba a las tropas de infantería que, durante la batalla, tenían como misión la defensa del barco y el abordaje del contrario.

Trirreme (tres remos):
Media al rededor de 50m de eslora y portaba una vela cuadra. Sus tres órdenes de remos lo impulsaban con gran velocidad contra el barco enemigo, cuando el espolón se clavaba en el barco enemigo dejaban caer el cuervo que era una plataforma de asalto con un gancho que caía en el barco enemigo impidiendo separarse ambas naves. Así unidos los dos barcos, las tropas de asalto pasaban al buque adversario trabándose una lucha cuerpo a cuerpo que terminaba con la captura de uno de los barcos.

Cuadrirreme (cuatro remos):                                                                   
Tenía dos niveles de remeros, y por lo tanto tenía menor eslora que el quinquerreme, mientras que su manga era aproximadamente la misma. Desplazaba alrededor de 60 toneladas y capacidad para unos 75 marineros. Debido a su gran velocidad y maniobrabilidad fue clasificado como la principal embarcación ligera.

Quinquerreme (cinco remos):
Era un barco propulsado por remos, desarrollado a partir del trirreme. Fue usado por los griegos, cartagineses y romanos, desde el siglo IV a.C. hasta el siglo I d.C.
Cuando la república romana, que hasta entonces carecía de una flota importante, y se vio envuelta en la Primera Guerra Púnica con Cartago, el Senado romano mando a construir una flota de 100 quinquerremes y 20 trirremes.
Transportaba un total de 420 tripulantes (300 eran remeros) Constaba de  90 remos por cada lado, y 30 filas de remeros.
Tenía una eslora de unos 45 metros y una manga de 5 metros al nivel del agua, con la cubierta de 3 metros por encima del mar, y desplazaba alrededor de 100 toneladas.

Hexarreme (seis remos):
Este diseño se atribuye a Dionisio de Siracusa, final de su reinado. Estos eran buques insignias y navíos de representación en misiones diplomáticas, por su enorme porte, estos desplazaban unas 120 toneladas.

Liburna (birremes o trirremes principalmente):
Embarcaciones ligeras, fáciles de gobernar y poco elevadas. Para misiones de apoyo, exploración y correo.



CARACTERÍSTICAS DE LA ARMADA 

La Armada romana (en latín classis, literalmente flota) comprendió las fuerzas navales del Antiguo Estado Romano. A pesar de jugar un papel decisivo en la expansión romana por el Mediterráneo, la armada nunca tuvo el prestigio de las legiones romanas. A lo largo de su historia los romanos fueron un pueblo esencialmente terrestre, y dejaron los temas náuticos en manos de pueblos más familiarizados con ellos, como los griegos y los egipcios, para construir barcos y mandarlos. Parcialmente debido a esto, la armada nunca fue totalmente abrazada por el Estado Romano, y se consideraba «no romana». A diferencia de las fuerzas navales modernas, la armada romana, incluso en su apogeo, no existió de forma autónoma, sino que operó como un adjunto del Ejército romano.
En el transcurso de la Primera Guerra Púnica la armada fue expandida masivamente y jugó un papel vital en la victoria romana y en la ascensión de la República romana a la hegemonía en el Mediterráneo. Durante la primera mitad del siglo II a. C. Roma destruyó Cartago y subyugó los Reinos Helenísticos del este del Mediterráneo, logrando el dominio completo de todas las orillas del mar interior, que ellos llamaron Mare Nostrum. Las flotas romanas volvieron a tener un papel preponderante en el siglo I a.C. en las guerras contra los piratas y en las guerras civiles que provocaron la caída de la República, cuyas campañas se extendieron a lo largo del Mediterráneo. En el 31 a. C. la gran batalla de Accio puso fin a las guerras civiles con la victoria final de César Augusto y el establecimiento del Imperio Romano.
Durante el período imperial el Mediterráneo fue un pacífico «lago romano» por la ausencia de un rival marítimo, y la armada quedó reducida mayormente a patrullaje y tareas de transporte.

Sin embargo, en las fronteras del Imperio, en las nuevas conquistas o, cada vez más, en la defensa contra las invasiones bárbaras, las flotas romanas estuvieron plenamente implicadas. El declive del Imperio en el siglo III d. C. se sintió en la armada, que quedó reducida a la sombra de sí misma, tanto en tamaño como en capacidad de combate. En las sucesivas oleadas de los pueblos bárbaros contra las fronteras del Imperio la armada sólo pudo desempeñar un papel secundario. A comienzos de siglo V d. C. las fronteras del imperio fueron quebradas y pronto aparecieron reinos bárbaros en las orillas del Mediterráneo occidental. Uno de ellos, el pueblo vándalo, creó una flota propia y atacó las costas del Mediterráneo, incluso llegó a saquear Roma, mientras las disminuidas flotas romanas fueron incapaces de ofrecer resistencia. El Imperio romano de Occidente colapsó en el siglo V d. C. y la posterior armada romana del duradero Imperio romano de Oriente es llamada por los historiadores Armada bizantina.

Como curiosidad, comentar que los remeros posiblemente eran una mezcla de esclavos y hombres libres que cobraban por sus servicios. Una realidad más verosímil que las cadenas de esclavos y más al estilo de las galeras del Renacimiento.


LA FLOTA (*)

La flota del imperio romano tenía dos bases importantes, así como varias de menor categoría. Las dos flotas principales que controlaban el Mare Nostrum fueron:
                Classis Misenensis. Creada en el 27 a. C., su base estaba en Miseno.
La Classis Misenensis, posteriormente llamada Classis Praetoria Misenensis, fue creada para controlar la parte occidental del Mar Mediterráneo. A los componentes de esta flota, Nerón les denominó la Legio I Classis. En el año 330, las naves se desplazaron a Constantinopla, a donde el emperador Constantino había trasladado la capital del Imperio romano. Al principio de la Era Cristina, sus principales buques de guerra eran los siguientes: 1 Hexarreme, 1 Quinquerreme, 9 Cuatrirremes, 50 Trirremes y 11 Liburnas

                Classis Ravennatis. Con base en Rávena desde el año 27 a. C., fue utilizada para controlar la parte oriental del Mar Mediterráneo. En el año 330 las naves se trasladaron a Constantinopla.




En cuanto a la flotas provinciales, se tiene constancia de las siguientes:

  • Classis Britannica. Situada en Portus Itius (la actual Boulogne-sur-Mer, también llamada Gesoriacum o Bononia) en la Galia, y desde el año 296 en Rutupiae (Richborough) en Britania. Controlaba el Canal de la Mancha y las aguas en torno a las islas. Esta flota desempeñó un papel importante en la invasión de esta provincia romana por Julio César. Bajo el mando de Agrícola circunnavegó Escocia, y en el 83 atacó su costa oriental. Un año más tarde, la flota alcanzó las islas Orcadas. El control de la Classis Britannica y del puerto de Bononia permitió que dos generales romanos, Carausius y Allectus, declararan la secesión de la provincia de Britania en los años 290. Cuando Constancio Cloro, por orden de Diocleciano, recuperó Bononia, se puso fin al así llamado Imperio Británico.
  • Classis Germanica. Se creó en el año 12 a. C. en Castra Vetera (Germania Inferior). Esta flota fluvial controlaba el río Rin y el Mar del Norte. Después del año 50 a. C. trasladó su base principal a Colonia Agrippinensis (Germania).
  • Classis Pannonica. Actuaba a partir del 35 a. C. en Aquincum (Pannonia, la moderna Budapest). Esta flota fluvial controlaba el Danubio desde '"Castra Regina (provincia de Recia, la moderna Ratisbona), hasta Singidunum (Moesia, la actual Belgrado). Fue reorganizada bajo la dinastía Flavia, siendo rebautizada como Classis Flavia Pannonica.
  • Classis Moesica. Controlaba el oeste del Mar Negro, el Mar de Azov y el curso inferior del Danubio.
  • Classis Pontica. Operaba desde el año 14 a. C., y su base estaba desde el 54/60 d. C. en Trapezus (en el Ponto). Esta classis custodiaba el Mar Negro meridional.
  • Classis Syriaca. Establecida en el 63 a. C., y con base desde el año 70 en Seleucia Pieriae (Siria), esta flota controlaba el Mar Mediterráneo oriental y el Mar Egeo.
  • Classis Alexandrina. Con base en Alejandría, en la provincia romana de Aegyptus, controlaba el oeste del Mar Mediterráneo.
  • Classis Mauretania. Con base en Cesarea, controlaba las costas africanas del Mar Mediterráneo occidental, el sur de Hispania y las Columnas de Hércules.
  • Classis Aquitanica. Intervino en el Golfo de Vizcaya. Participó en la invasión romana de Cantabria durante las Guerras Cántabras y, para algunos autores, en la represión de la sublevación de los aquitanos en el año 28 a. C.
  • Classis Libyca. Encargada de patrullar las costas de Libia.

(*) Consultar pestaña MAPAS para ver la ubicación y área de influencia de la flota (Classis).